Crónica de mi amiga la periodista que ayer se lo pasó fatal

Fue absolutamente asqueroso y deprimente. No sé por qué no me fui, bueno sí lo sé, porque soy idiota. Me tenía que haber dado la vuelta en el momento en el que entré en el aparcamiento y los guardajurados de mierda me dijeron que no estaba en la lista para aparcar allí, que diera marcha atrás inmediatamente y me fuese a aparcar a tomar por culo en un subterráneo con una cola de coches interminable. Pues nada, yo respiro, después de intentar que buscara por el nombre de mi revista y el tío que no, que iba por nombre de personas y yo, que no, que voy como redactora de la revista, ni puto caso. Me voy. Salgo, me dan una acreditación de prensa y me convierto en un borrego recorriendo tiendas horrorosas tras los pasos de Esperanza Aguirre, los consejeros, los alcaldes y los jefes de centro comercial. La gente está emocionada, se sube por las paredes. Una señora, a mi lado, llama por el móvil a su cuñada "estoy a su lado -grita-, te lo juro, la estoy viendo en estos momentos, vamos estoy prácticamente pegada a Esperanza Aguirre, vente corriendo para acá, por la puerta nueva, corre, corre!!!". Esto es mortal. Luego la visita a la FNAC, rapidita, rapidita, que hay mucha cultura por aquí. Sigo con lo cutre, continúa el avance del rebaño entre la masa. Hora del discurso. Abucheos para la Espe de parte de los del Severo. La presentadora, Belinda Washington, en un alarde de objetividad profesional, abandona el escenario para conminar a los manifestantes a guardar silencio por respeto. Surrealismo puro, como si es que estuvieran de juerga!!!
En fin. Prosigue la visita por el mayor centro comercial de la región. Llega la hora del cóctel. Vamos a entrar en un restaurante y a una compañera le dicen que la prensa entra por otra puerta que da al lago. Nos vamos todos los gilipollas al otro lado. Llegamos y la puerta está flanqueada por otro estupendo guardajurado de mierda. Dónde crees que vas? le dice a la chica cuando va a entrar. La chica explica que le han dicho que prensa pasa por esa puerta. "Por aquí no pasa nadie" dice el superhombre de la pistola. La pobre chica: es que nos han dicho, es que nos han dicho... El guarda, con una media sonrisa: "Buen intento, maja". Así que entonces sí, entonces me salió la vena macarra: ¿Cómo que buen intento?, le digo. ¿Qué quieres decir con eso de buen intento, que nos lo estamos inventando para colarnos (imbécil unineuronal)? Yo no digo nada, dice el prosegur éste, pero a mí hasta que no me den la orden... Llega corriendo la de prensa del centro comercial, qué pasa? qué pasa???? A mí nadie me ha dado orden -dice el chulito descerebrado. Pues muy mal hecho, dice la de prensa, porque ellos están invitados. El simple se retira por fin de la puerta. Le suelto un par de improperios antes de entrar, que si te digo la verdad sólo entré por joderle porque yo me quería ir a mi casa. Termina la fiesta con la fuente cibernética, qué maravilla, qué bonito, que hortera!!!! Viva el hipersonsumismo, enhorabuena a todos, somos los mejores, les vamos a traer la felicidad absoluta, se acabarán todas sus desdichas, esto es la satisfacción plena!!!!!! Y la gente gritaba y aplaudía en una especie de orgasmo colectivo mientras estallaban los fuegos artificiales en el cielo nocturno. Mis pies me mataban, me dolía la cabeza y no tenía ni puta idea de dónde había dejado aparcado mi coche.